Por Ricardo J. Delpiano
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Foto: Ricardo J. Delpiano |
Esta relación refleja el crecimiento económico alcanzado por el país en los últimos años, pero por sobre todo por la capacidad de su sistema aeronáutico de generar las instancias adecuadas para que los operadores aéreos sumen nuevos pasajeros.
En términos comparativos, los países desarrollados poseen dos a tres viajes por cada habitante, por lo que alcanzar la mencionada relación, muestra que el país avanza por el camino correcto, con un sector aéreo capaz de proyectarse hacia el futuro como un sistema masivo de transporte.
El tráfico total de pasajeros ha crecido en los últimos años de una forma mayor a la tendencia histórica. En 1990, apenas 1.909.300 personas utilizaban el avión mientras en el año 2000 volaban algo más de 6.000.000 millones y hoy la cifra se empina a más a los 16 millones. Desde el 2002 hasta la fecha el tráfico de pasajeros se ha más que duplicado. El crecimiento experimentado responde a cuatro grandes factores:
- Crecimiento sostenido de la economía del país, con tasas positivas para el Producto Interno Bruto (PIB) y una capacidad de pago de su población para acceder a nuevos medios de transporte que antes le eran ajenos.
- Nuevo modelos de negocios por parte de las líneas aéreas, permiten maximizar la operación y los rendimientos de éstas, mientras al mismo tiempo son capaces de sumar a nuevos pasajeros a la red, gracias mayor oferta de pasajes y esquemas de multiprecios para el asiento, que permiten que el usuario elija su mejor opción de viaje.
- Incorporación de nuevos mecanismos de pago, como el crédito y la mayor accesibilidad para adquirir un ticket aéreo. Antes un ticket se pagaba en la oficina de la aerolínea o en la página web, hoy se puede hacer de multiples maneras: desde la propia línea aérea, pasando por una casa comercial o un servicio de pagos en la esquina del hogar, lo que refleja la mayor accesibilidad.
- Capacidad de sectores productivos para generar más puestos de trabajo y una demanda específica, que favorece para que nuevas compañías surjan y otras existentes puedan crecer.
Las bases sobre las cuales se sustenta el transporte aéreo de Chile (libre acceso a los mercados, libertad tarifaria, mínima intervención del Estado, liberalización de la propiedad) permite la competitividad dentro del territorio y el intercambio de bienes y servicios en el país y de éste con el resto del mundo. Por lo anterior, el transporte aéreo es un pilar fundamental para el desarrollo de Chile que merece ser cuidado.
Actualmente, Chile cuenta una red aeroportuaria conformada por 349 aeródromos, siete aeropuertos y 134 helipuertos certificados. En el territorio operan cinco líneas aéreas con servicios regulares o específicos, más otros 16 operadores internacionales de pasaje y carga.
Según el último estudio realizado por Oxford Economics para la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA), el sector aeronáutico contribuye con 1,6% del Producto Interno Bruto (PIB) de Chile, lo que equivale a 1,4 mil millones de pesos (valor 2012) y sustenta a 73.000 empleos en el país. Las empresas aéreas basadas en Chile pagan 73 mil millones en impuestos directos y en pagos en seguridad social, estimándose que 74 mil millones de ingresos fiscales se obtienen por la cadena de abastecimiento de la actividad aérea y otros 60 mil millones por actividades derivadas del gasto de empleados del sector.
Si bien en 2013, el tráfico de pasajeros en Chile creció a tasas menores en comparación con 2012 -cuya tasa fue sobre el 17%-, el país continúa mostrando un mercado aéreo en constante dinamismo, con más pasajeros que se siguen integrando a la red, la consolidación de sus líneas aéreas, la especialización de éstas y la llegada de otras nuevas.
A medida que la red crece, los beneficios aumentan. Más vuelos se traducen en una mayor conectividad, menores tiempos de traslados, mayor integración e inclusión de la población y más comercio. En síntesis, más herramientas para que el país continúe avanzando hacia el desarrollo.
Protagonistas de la nueva realidad
Si bien el disponer de un viaje en avión por cada habitante representa un logro de distintos sectores, esto no hubiera sido posible sin la colaboración de uno de sus principales protagonistas: las líneas aéreas. Por el rol que les compete, son estas las trasladan a los pasajeros, mueven las mercancías y deben generar los mecanismos adecuados para sostener la operación en el tiempo.
Los últimos 10 años fueron para la industria de la aviación una década de cambios. Las variaciones en el sistema internacional a nivel político, económico y social, obligaron a adaptar el negocio y a evolucionar hacia una operación cada vez más eficiente. Chile no ha estado ajeno a esa realidad y en estos tiempos, el actuar de las compañías fueron claves para alcanzar el volumen de pasajeros que hoy utiliza el avión como medio de transporte.
LAN: el encanto de unir
Hace unas semanas, Enrique Elsaca, gerente general en Chile de LAN, comentaba para este espacio, que “el volar pasó de ser algo muy exclusivo para el ejecutivo, para personas que por fuerza mayor tenían que viajar o para aquellas de alto poder adquisitivo, a hacer algo cotidiano. Hoy se vuela una vez por semana, una vez al mes; vuela el ejecutivo alto, el ingeniero, lo hace el obrero de la construcción, la abuelita que va a ver al nieto, vuela el estudiante”. Sus palabras dan cuenta de la realidad de la aviación chilena como un transporte masivo.
Hoy, LAN vuela a todo el territorio nacional, incluyendo Isla de Pascua y Chiloé, destino al que recientemente aumentó su oferta. En todas las rutas ofrece distintas tarifas en función de las necesidades de cada pasajero y una amplia conectividad tanto dentro como hacia fuera del país, uniendo a Chile con todo el mundo en conjunto con sus socios. Todo acompañado de una política sustentable con acciones concretas en el día a día, que va más allá de los ámbitos aeronáuticos.
Sky Airline: la consolidación de un emprendimiento
Con 11 años de vida, Sky Airline cerró este 2013 con importantes logros que le permitieron consolidarse como línea aérea. Desde la antigua LADECO, ninguna otra compañía aérea había conseguido perdurar en el competitivo mercado aéreo chileno y proyectar su operación hacia nuevos horizontes más allá de las fronteras del país.
En 2013, consiguió renovar por completo su flota, alcanzar las tasas más altas de crecimiento y pasajeros transportados de su historia, además de realizar inversiones que proyectan su futuro hacia una operación segura, eficiente y con una particular vocación de servicio.
Actualmente, la compañía opera 13 destinos (14 incluyendo el de temporada) en Chile y tres destinos internacionales. Posee acuerdos con importantes aerolíneas internacionales que proyectan la operación en el extranjero y abren nuevas oportunidades. Su desarrollo como empresa la convierte en una de las aerolíneas que más crece en Chile y la hace figurar entre los cinco operadores internacionales con mayor participación en el mercado.
PAL Airlines: vocación chárter
Pese a que la compañía enfrenta hoy desafíos importantes y se encuentra en pleno proceso de reestructuración, la operación de PAL Airlines aporta también a la realidad actual del transporte aéreo en Chile. Fue la primera compañía que consiguió dedicarse por completo al negocio chárter y ser capaz de repetir la experiencia año tras año. En sus logros destacan haber sido un importante transportista para eventos masivos como el Mundial de Fútbol Sudáfrica 2010 o la Copa América en Argentina. Ahora, la compañía está dedicada al transporte de chárter para la minería y turismo, un segmento que la regresa a sus orígenes como empresa para redefinir las estrategias.
Aerovías DAP: de Magallanes al Norte Grande
Como pionera en conectar a la Patagonia chilena, Aerovías DAP es otra de las compañías que ha sabido mantenerse en el tiempo. Gracias a su especialización como empresa y a la diversificación de sus servicios, hoy emerge como un competidor interesante que es capaz de su mercado natural en busca de nuevos horizontes.
Además de su operación en Magallanes y en la Antártida Chilena, DAP realiza una serie de operaciones para la industria minería, siendo uno de los dos operadores principales. La mayor demanda de este sector, la ha llevado a realizar un aumento en su oferta de asientos incorporando nuevos aviones que le permiten transportar a más pasajeros.
La contribución del SINAMI
Cuando se menciona que existe una industria capaz de generar demanda, sin dudas no se puede dejar de asociar con el rol ejercido por el Sindicato Interempresa Nacional de Trabajadores de Montaje Industrial (SINAMI), uno de los impulsores del tráfico aéreo chárter para la minería. Su demanda por un transporte aéreo eficiente para los trabajadores de la minería ha abierto oportunidades para empresas existentes, como RBK -gestora del proyecto de transporte aéreo para dicho sector- y otras nuevas, como ONE Airlines, ingresen al mercado. Con poco más de un mes en servicio, ONE ya alcanza una participación similar a la de sus otros competidores del sector.
1 comentario:
Y a nivel regional como se promedia?
Saludos!!!
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