martes, 15 de abril de 2014

Falta de infraestructura aeroportuaria en Santiago impulsa el uso de simuladores para capacitación de pilotos

Por Ricardo J. Delpiano

Simulador A320. Foto: Microsimulación
En la última versión de la Feria Internacional del Aire y del Espacio (FIDAE), una interesante campaña tuvo lugar para incentivar el uso de los simuladores de vuelo para atender las necesidades de instrucción y capacitación de pilotos.

Impulsada por Microsimulación, empresa dedicada a la instrucción en simuladores de vuelo con más de cinco años de experiencia, estuvo orientada a dar a conocer las ventajas y oportunidades que ofrecen los simuladores de vuelo para descongestionar el espacio aéreo y brindar a los futuros pilotos de líneas aéreas, alternativas reales de instrucción para su futura carrera, ante la falta de infraestructura aeroportuaria en el área de Santiago.

El cierre del aeródromo de Los Cerrillos y la limitación de operaciones en Tobalaba, han reducido significativamente los espacios para la aviación civil y para la instrucción aérea. Esta situación obliga a los pilotos a realizar sus prácticas fuera de Santiago, provocando mayor congestión en el espacio aéreo –por los traslados de aviones- o bien trasladarse al aeropuerto Arturo Merino Benítez, lo que afecta a las operaciones de las aerolíneas.

En ambos casos, este problema está asociado a un aumento de costos: primero para el piloto en instrucción que debe destinar más recursos en financiar las horas de vuelo para su curso y segundo, para las aerolíneas, cuyos aviones deben reducir su velocidad de aproximación o aumentar los tiempos de espera en tierra por la presencia de aeronaves menores, generando más tiempo muerto y un mayor gasto de combustible.

Andrés Montero, jefe de operaciones de Microsimulación, explica que “en los simuladores se pueden realizar todos los chequeos que se hacen en un avión y efectuar todas las prácticas necesarias para prepararse a los exámenes”.

Campaña durante FIDAE 2014. Foto: Microsimulación
Ante la falta de aeródromos en el área de Santiago y un aeropuerto limitado en su infraestructura, señala que los simuladores “ayudan a evitar los traslados, como el caso entre Santiago y Santo Domingo –donde se realiza la instrucción-, lo que se traduce en un ahorro importante por cada piloto. Eso multiplicado al año, representa una disminución significativa de las operaciones”.

Montero agrega también que “las revalidaciones se pueden hacer en forma consecutiva sin utilizar el avión y menos el espacio que a veces se requiere en el aeropuerto Arturo Merino Benítez, dejando ese lugar para las operaciones que corresponde: las de líneas aéreas”.

Tras el cierre de Los Cerrillos, las autoridades políticas de la época manifestaron su compromiso en dotar al área de Santiago de un nuevo aeródromo para la aviación general con el fin de descongestionar la infraestructura que queda, especialmente para el caso del aeropuerto Arturo Merino Benítez. Más allá de las declaraciones y efectuadas, en los dos últimos gobiernos se ha registrado un escaso avance en este aspecto postergando, una solución desde hace 10 años.

Considerando el mayor uso que se le busca dar a los simuladores de vuelo para la instrucción de los pilotos de línea aérea, Montero explica que “hay un gran apoyo e interés de parte de la Autoridad aeronáutica en la contribución que los simuladores pueden hacer para reducir las operaciones y al mismo tiempo aumentar la seguridad del vuelo, ya que en un simulador se pueden realizar todos los procedimientos de emergencias que no se pueden hacer en un avión real”. En ese sentido, señala “que hay una certificación anual, pero que se transforma en un control permanente, ya que los inspectores vienen a realizar chequeos a los alumnos todas las semanas”.

Para la empresa, el uso de los simuladores va más allá de ser una herramienta para la descongestionar el espacio aéreo y brindar instrucción de pilotos, ya que permite colaborar con aerolíneas en otros temas de capacitación, donde cada parte contribuye con su especialidad. “Hay una tendencia en cada una de las empresas que está en este rubro en generar alianzas entre ellas, ya que cada una se dedica a su propio negocio y dejar a las mejores empresas, otro tipo de tareas como es la simulación o aportando con capacitación y entrenamiento”, dice Montero.

En el caso específico de Microsimulación, la compañía trabaja con Sky Airline, con la que colabora en el entrenamiento de tripulantes de cabina: “Sky Airline puso el avión y nosotros el equipamiento de abordo para las prácticas como operación de puertas, humo en los baños, caída de máscaras, control de cámaras de video para supervisar las evacuaciones”, finaliza.

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