Por Ricardo J. Delpiano
Michelle Bachelet, Presidente de Chile. Foto: Prensa Presidencia |
En su mensaje a la Nación durante el discurso del 21 de mayo ante el Congreso Pleno, la Presidente de Chile, Michelle Bachelet, incluyó el tema del desarrollo aeroportuario dentro de los ítems a trabajar con miras a disminuir la desigualdad territorial e incrementar el crecimiento del país.
Los anuncios se realizaron como parte del desarrollo de otras obras públicas en puertos, puentes y la pavimentación de caminos en la zona austral de Chile.
En el tema específico de aeropuertos, la Mandataria indicó que “durante el segundo semestre de este año, se adjudicará la licitación que permitirá ampliar el aeropuerto de Puerto Natales. Ello se suma a las obras de mejoramiento de aeropuertos como los de Concepción, Osorno y el aeropuerto Arturo Merino Benítez, entre otros”.
Esta es una de las pocas veces que el tema de infraestructura aeroportuaria es abordado en un mensaje presidencial ante el Congreso pleno y que en esta ocasión, resaltó el rol permanente que debe tener el Estado. “Para que la disminución de la desigualdad territorial y el incremento del crecimiento lleguen de manera muy concreta a todos los chilenos y chilenas, se requiere de una política de Estado con inversión permanente y sostenida en infraestructura pública de calidad”, indicó.
La Mandataria expresó además que “unos de los principales desafíos para garantizar la competitividad de los productos que vendemos al exterior es reducir los costos para llevarlos al resto del mundo”.
Pese a la mención, Bachelet no entregó mayores precisiones acerca de la situación actual que enfrenta la infraestructura del país ante las necesidades de la industria del transporte aéreo, como consecuencia del crecimiento asimétrico entre el tráfico aéreo y la infraestructura aeroportuaria.
El caso que enfrenta el aeropuerto de Arturo Merino Benítez de Santiago es el más emblemático. Debido a una sucesión de errores en los tiempos de planificación por parte de las autoridades políticas de los dos últimos gobiernos, el principal aeropuerto el país espera todavía su relicitación.
Pese a las metas autoimpuestas por la administración Piñera de adjudicar la nueva licitación antes de que finalice 2013, Arturo Merino Benítez todavía no tiene un futuro claro en la materia, especialmente luego que el actual gobierno retirara las bases de licitación de la Contraloría con objeto de “perfeccionarlas”.
Fase I en ejecución en Santiago. Foto: Ricardo J. Delpiano |
La extensión excesiva en los tiempos está demorando el proceso de licitación y el inicio de las obras de la llamada Fase II, en la que se construirá el nuevo edificio terminal. El retraso amenaza además, con una nueva saturación las actuales obras que se están llevando a cabo en el aeropuerto, ante el continuo crecimiento del volumen de pasajeros. Según se establece en la Cuenta Pública de la Nación, la licitación de la Fase II de las obras del aeropuerto de Santiago se realizará durante el primer semestre de 2014.
Otros aeropuertos y aeródromos mencionados por Bachelet, están los de Concepción y Osorno, que recibirán obras de mejoramiento, pero sin detalles. De los dos mencionados, en la actualidad Carriel Sur (Concepción) está siendo sometido a obras en la extensión de pista y mejoramiento de las calles de rodaje, trabajos que por la fecha de su planificación ha perjudicado las operaciones aéreas durante las últimas semanas.
Bachelet expresó además, la necesidad de avanzar hacia una nueva institucionalidad en temas de concesiones, más eficiente y transparente. En su discurso, indicó que durante este año se enviará un proyecto de ley que crea la Agencia de Concesiones, organismo que asesorará a los diversos ministerios y organismos públicos en proyectos concesionados.
Actualmente, el tema de infraestructura aeroportuaria es uno de los tres ítems que más preocupa a la industria del transporte aéreo en América Latina, región donde la mayoría de las privatizaciones y realización de obras en aeropuertos y aeródromos, se han traducido en un aumento de costos al transporte aéreo sin mejorar la eficiencia y la capacidad.
Chile ha escapado en parte a esa realidad gracias a una alianza público-privada que permitió mejorar gran parte de los terminales aéreos del país. Sin embargo, falta de planificación desde las instituciones del Estado durante los últimos años, ha limitado las facultades para realizar las obras necesarias y atender adecuadamente los desafíos de una industria en constante crecimiento.
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