miércoles, 28 de octubre de 2015

Infraestructura y alcanzar una legislación del consumidor homogénea a nivel regional, entre las principales preocupaciones de la aviación, según ALTA

Por Ricardo J. Delpiano

Sala de Arribos AMB colapsada febrero 2014 (RD)
Foto: Ricardo J. Delpiano
Durante los últimos 10 años, el tráfico de pasajeros en los países latinoamericanos se ha duplicado. Las proyecciones indican que para en los 10 años siguientes se volverán a duplicar,. Más pasajeros utilizando el avión como medio de transporte y un viajero más conectado y demandante, están generando áreas de atención en la industria que deben solucionados.

En el marco que entrega la decimocuarta reunión de Autoridades Aeronáuticas de la región Sudamérica, el director ejecutivo de la Asociación Latinoamericana y el Caribe de Transporte Aéreo (ALTA), Eduardo Iglesias, se refiere a los desafíos más importantes que enfrenta hoy la aviación en la región, entre los que destacan la problemática de la infraestructura aérea y la aparición de nuevas regulaciones en materia de derechos al pasajero.

A pesar de que muchos países han registrados avances en materia de infraestructura aérea, este ámbito constituye todavía una preocupación por el crecimiento significativo del número de pasajeros. Para Iglesias, la problemática va más allá de los aeropuertos ya que también incluyen a los servicios de control de tránsito aéreo, las áreas de migraciones, las aduanas y los servicios que se ofrecen en espacios físicos dentro de los aeropuertos.

El directivo hace referencia a los llamados “cuellos de botella” al interior de los aeropuertos que afectan el tránsito por los mismos y merman la calidad de servicios que aerolíneas y aeropuertos pueden ofrecer a los usuarios.

Considerando que en la aviación intervienen varias instituciones y procesos, a veces el problema no radica por los espacios físicos o el equipamiento, sino por el servicio que un determinado personal puede ofrecer. A modo de ejemplo, un servicio de migraciones puede tener numerosas casetas pero un escaso personal de atención lo que genera retrasos e incomodidades en los procesos para los usuarios. 

Con el viajero más empoderado, conocedor e hiperconectado, el otro foco de atención que surge es todo lo referente a una nueva legislación del consumidor que incluye al pasajero aéreo. “Cada país está adoptando un sistema de regulación individual de atención al tema del consumidor que no está en línea con el país vecino. De esta manera cuando se presenta una irregularidad, a la empresa aérea le pueden aplicar dos o tres regímenes distintos para un mismo pasajero”, dice Iglesias.

Para dar solución a esta problemática, lo que se busca es que los países de la región puedan avanzar hacia una legislación común, homologada para todos los pasajeros y empresas de todos los países, creando de esta manera un marco legal más útil.

“Lo que se quiere es ser más eficiente, tomando un sistema como referencia. Esto es uno de los temas que estamos tratando de incentivar a la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) para ver de que manera se pueda establecer un mínimo que sea común y homologado para los países”, dice.

La visión de la industria no es nueva en el mundo si se considera, por ejemplo, políticas de estas características que se aplican a bloques de países como la Unión Europea, pero si lo es a nivel local. Pese a los avances en integración, los países de América Latina poseen aún diferencias con procesos, políticas y prioridades distintas. Si bien en aviación existe un mayor interés por generar consensos y avanzar en forma coordinada entre los países, a nivel de Gobiernos esa realidad todavía es más distante.

En el tema del derecho a consumidor, lo que buscan las líneas aéreas es generar un marco legal favorable para ambas partes pero entendiendo de lo que se ofrece es un servicio no cualquier producto.

“La aviación no es la venta de un vehículo, es la prestación un servicio que tiene un lado doméstico y otro internacional. Acá el tema no es rechazar al consumidor”, comenta Iglesias, explicando que “las líneas aéreas no están en el negocio de dejar personas o de cancelar vuelos, están por todo lo contrario, transportar y acercar personas, de facilitar y ayudar al comercio”. Según su opinión, el tema de derechos de consumidor al pasajero en avión se ve como un área de oportunidad.

Además de los temas mencionados, otra de las áreas que se estando entre las prioridades es todo lo referente a la liberalización aérea. Sin embargo, a diferencia de años anteriores la urgencia pareciera haber disminuido dado que existe una mayor aceptación de parte de una mayor cantidad de sectores de los beneficios que representa para la aviación, los pasajeros y los países que los cielos se abran.

“La mayoría de los países de la región han adoptado una postura de casi cielos abiertos y se ha flexibilizado también el tema de inversión, el control efectivo de la propiedad de las líneas aéreas. Entonces lo que era antes bastante limitado o cerrado a la inversión y las rutas muy poco competitivas, ha cambiado”, puntualiza el director ejecutivo de ALTA.

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