Ricardo J. Delpiano
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Foto: Alejandro Ruiz |
En efecto y cumpliendo los plazos establecidos, hoy 1º de octubre de 2015, Nuevo Pudahuel asume la administración de los terminales de pasajeros y de carga del aeropuerto Arturo Merino Benítez de Santiago, reemplazando a SCL Terminal Aéreo S.A., sociedad concesionaria que desde 1998 se encargó de modernizar y transformar al aeropuerto de la capital chilena.
Nuevo Pudahuel se adjudicó la licitación del aeropuerto por un plazo de 20 años, luego de calificar con una nota 4,9 (en base de una escala de 1,0 a 7,0) en su propuesta técnica y tras ofrecer al Estado de Chile el 77,56% de los ingresos que registre dentro del área concesionada. Su oferta superó en 10 puntos porcentuales promedio al resto de sus competidores y fue significativamente superior al mínimo impuesto por el Estado (60% de los ingresos).
Las responsabilidades de Nuevo Pudahuel están determinadas por las Bases de Licitación (BALI), marco regulatorio en el sistema chileno para los aeropuertos concesionados, y se pueden resumir en tres lineamientos generales:
- La renovación de las actuales instalaciones, incluyendo la restauración y ampliación del terminal existente para destinarlo exclusivamente a vuelos nacionales con una superficie de 110.000 m2 con una ampliación de 9.000 m2.
- Diseño, financiamiento y construcción de un nuevo terminal de 175.000 m2, aumentando la capacidad para recibir 30 millones de pasajeros por año.
- Operación aeroportuaria durante todo el plazo de concesión (20 años), incluyendo el actual terminal y próximo terminal que se construirá, así como estacionamientos y futuros desarrollos inmobiliarios.
Independiente de estas, el nuevo concesionario se ha propuesto hacer del aeropuerto de Santiago el “mejor de Sudamérica” y colocarlo dentro del “top 100” del mundo. Una meta que si bien puede ser debatida al interior de la industria aérea no deja de ser interesante y a la vez desafiante. Para alcanzarla, Nuevo Pudahuel propone la operación y el desarrollo comercial de la infraestructura, la ampliación de la capacidad actual de 16 millones de pasajeros por año a 30 millones con potencial de alcanzar los 45 millones y el desarrollo del tráfico aéreo, aspecto que puede ser entendido como la gestión del actual y la generación de un marketing aeroportuario dentro de una dimensión regional.
A lo anteriormente mencionado, se agrega una mejora de la oferta de servicios con más locales venta y de comercio, una mayor oferta Premium, la instalación de tecnología en el procesamiento de pasajeros y equipaje, llevando al aeropuerto a una “era digital” que facilite los procesos, favorezca la autoadministración de los viajeros por parte de los pasajeros y un empoderamiento de los usuarios, bajo la idea de “tener una mejor experiencia, con mejores servicios y haciendo lo más me gusta”, aspectos que cada vez son más visibles en los principales terminales aéreos del mundo.
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Fuente: Nuevo Pudahuel |
En cuanto al marketing aeroportuario, se busca posicionarlo como un centro de conexiones aprovechando la existencia de operadores que ya desarrollan esa labor, como por ejemplo en el eje Asia-Oceanía-Sudamérica, lo que no excluye la posibilidad de atraer a nuevas aerolíneas. Este último punto, exige una fuerte promoción no sólo a nivel aeronáutico sino que un aporte efectivo y una cooperación permanente desde el Estado, tanto en el exterior como en el interior, generando las condiciones adecuadas para propiciar crecimiento económico como elemento que impulse al desarrollo de la aviación.
Experiencias internacionales han demostrado que el transporte aéreo puede ser un catalizador de la economía pero necesita de condiciones mínimas para su desarrollo, como un crecimiento económico, creación de políticas públicas favorables para ello, estabilidad institucional, entre otros, elementos que sólo el aparato estatal y la clase política de un país puede entregar. La aviación puede generar crecimientos tres veces superior al PIB y tener un efecto multiplicador en la economía local.
En la tarea de mejorar la experiencia a los usuarios se involucran distintos aspectos. Por un lado, las obras y espacios que el propio concesionario puede generar, y por otro, en la relación que el aeropuerto debe tener con otros organismos, principalmente públicos, que intervienen en los procesos al interior de un aeropuerto pero que no siempre funcionan acorde a las necesidades de los viajeros y de una industria.
Puntos de revisión de seguridad (AVSEC), migraciones o revisión de Aduanas y del Servicio Agrícola Ganadero (SAG) han constituido "cuellos de botella" dentro del terminal aéreo. Son servicios que no son de responsabilidad del aeropuerto pero que sus funciones afectan su imagen y de la recurrente “experiencia de viaje” que la industria puede dar. A pesar de los avances en los últimos años en la dotación de equipamiento e infraestructura, todavía es común ver un funcionamiento parcial de algunos de estos servicios haciendo que los procesos de desembarque puedan demorar hasta más de 1 hora mientras que en aeropuertos de mayor tamaño y con flujos muy superiores de pasajeros, se realizan en tiempos significativamente menores.
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Foto: Ricardo J. Delpiano |
Nuevo Pudahuel tendrá algunos aspectos que ya se venían dando con SCL Terminal Aéreo S.A. como es basar parte del negocio a través de la generación de ingresos por concepto de servicios no aeronáuticos comerciales, aspecto que fue destacado por la propia industria. Como novedad y diferencia, el nuevo concesionario si tendrá un formato más flexible que su antecesor que le permitirá realizar obras adicionales si la demanda así lo exige, como por ejemplo con crecimientos significativos del tráfico aéreo, tal como ocurrió en 2007 cuando se instauraron en Chile nuevos modelos de negocios por parte de las líneas aéreas.
Pero sin duda la mayor novedad de Nuevo Pudahuel estará en la ampliación de Arturo Merino Benítez con la construcción de un nuevo terminal de pasajeros. Esta etapa forma parte de la Fase 2 de ampliación del terminal aéreo y permitirá que Santiago posea una infraestructura capaz de movilizar hasta 30 millones de pasajeros por año.
La construcción del nuevo edificio comenzará en julio de 2016 y contempla cuatro años de trabajos. Para marzo de 2018, se espera la entrega de los primeros muelles (C y E) y para septiembre de 2019, la inauguración de los muelles A, D y F. Por consiguiente, se esperan que las obras finalicen en julio de 2020 con la inauguración completa de la terminal 2. Paralelamente, se transformará el actual edificio para adecuarlo a las características del proyecto.
Cuando las obras estén terminadas, el actual edificio pasará a denominarse Terminal 1 y estará dedicado exclusivamente a los vuelos nacionales. La nueva infraestructura será llamada Terminal 2 y será para los vuelos internacionales. Independiente de la división, dos de los nuevos muelles de embarque tendrán la categoría de swing, es decir que podrán ser utilizados para operaciones nacionales o internacionales según las necesidades del tráfico, en una operación similar a lo que ocurre hoy.
Nicolás Claude, gerente de Nuevo Pudahuel, señala en revista Que Pasa, que el proyecto “es muy bueno y no necesita mayores alteraciones” y menciona que desde que ya se han invertido US$ 20 millones en la fase de diseño e instalación de un total de US$ 60 millones previstos a desembolsar para este año. Pese a ello, tras la entrega de la infraestructura esta será evaluada de cuyos resultados pueden generar oportunidades para hacer mejoras que optimicen la operación.
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Fuente: Nuevo Pudahuel |
5 comentarios:
Bienvenida la nueva concesión. Ya hay algunos cambios visuales en la página web. Esperamos que todo lo prometido se cumpla y que cada parte haga el trabajo que corresponde. Ojalá veamos el nuevo aeropuerto en el 2020!!
La distribución del nuevo terminal, en su conjunto, me parece buena, pero porqué romper tanto con la línea arquitectónica del actual? El terminal actual se quedó chico, no feo. Y el nuevo no es muy bonito tampoco, viendo las maquetas y rendiciones virtuales.
Muy cierto eso de los cuellos de botella. En la mañana fácil te puedes demorar más de una hora sólo en pasar Policía Internacional por la escasez de funcionarios. Casetas hay pero no hay personal de la PDI que atiendan y se forman filas eternas con todos los vuelos que llegan.
Estimados, pero el concesionario partio incumpliendo, donde esta la wifi gratis, el call center, los guardias de vigilancia, etc.
Estimados,
Resulta difícil de entender que después de todo lo que se ha avanzado en los derechos del consumidor vemos como se establece un cobro/tarifa que no guarda relación con el servicio ni con el precio de mercado.
Esta vez es el Nuevo Concesionario del Aeropuerto de Santiago, donde si bien las nuevas bases de licitación lo obligan a cobrar por minuto, paso el máximo diario de ser equivalente a 5 horas con la Antigua Concesión a 10 horas con la Nueva Concesionaria llamada Nuevo Pudahuel.
La norma en los otros aeropuertos del País es un máximo diario de 5 horas por día. Que lógica existe detrás de esta alza que en definitiva se traduce de un máximo diario de $11.000 pesos antiguamente a $22.000 pesos con el nuevo concesionario????
Quien en su sano juicio acepta que el concesionario cobre el doble, si el doble por el mismo servicio después del 1 de Octubre????
atte
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