miércoles, 31 de agosto de 2016

Venezolana Albatros Airlines estudia operación a Chile pero importantes desafíos dificultan su incursión en el país

Por Ricardo J. Delpiano

Albatros Airlines B737-500 (Ivan Peña Nesbit)
Foto: Iván Peña Nesbit - AirTeamImages
El nombre de Albatros Airlines era hasta hace algunas semanas completamente desconocido en Chile. Pocos tenían referencias de que se trata de una compañía aérea venezolana emergente que actualmente se encuentra incursionando en mercados internacionales desde Venezuela, como complemento a su operación doméstica.

La amplia difusión en medios de prensa locales ha llevado a que esta joven línea aérea se convierta en tema de interés en el mercado aeronáutico local, especialmente entre quienes buscan oportunidades como en aquellos que demandan una mayor conectividad regional pero sin desconocer las limitantes existentes a nivel país.

Albatros Airlines es una línea aérea venezolana fundada por tres pilotos hace siete años, pero que sólo a partir de 2010 se le autoriza a iniciar operaciones. Con una flota conformada principalmente por aviones turbohélices de hasta 30 pasajeros, sus primeros vuelos han sido a destinos domésticos secundarios en la región oriental del país, incluyendo destinos turísticos populares como el archipiélago de Los Roques y Porlamar (Isla Margarita). Sus vuelos internacionales han sido calificados como secundarios, teniendo a Aruba y desde mayo, San José de Costa Rica, como destinos regulares aunque también ha realizado algunos vuelos chárter. La flota de la compañía está compuesta por dos Cessna Gran Caravan y tres Embraer EMB 120 “Brasilia”, además de un Boeing 737-500.

En Chile, Albatros Airlines ha hecho noticia por sus eventuales intenciones de volar rutas domésticas en destinos sin operación de líneas aéreas y altamente desafiantes, como Chillán y Los Ángeles, además de una eventual segunda expansión interregional hacia ciudades fronterizas en Argentina, como Bariloche, por ejemplo. A esto se agrega una publicitada ruta Antofagasta - Salta, que a juicio de su representante local (según consta en prensa), “está posicionada” a pese a la no existencia de aviones y menos servicios.

Oficialmente, la única intención confirmada de Albatros Airlines es el estudio de viabilidad para iniciar vuelos comerciales a Santiago desde Caracas, con una frecuencia de tres vuelos semanales a realizarse con el B737-500 que posee. Desde la Dirección General de Aeronáutica Civil de Chile (DGAC), la compañía se encuentra en trámites para obtener el Certificado de Operador Aéreo (AOC) a través del nombre “Glancelot” y denominación comercial “Albatros”. La empresa no ha manifestado intención de hacer cabotaje en Chile, sólo vuelos entre Venezuela y el país.

Si bien por ahora no existe mayores intenciones de volar a otras ciudades en el país, la aerolínea venezolana -como cualquier compañía extranjera- puede aprovechar los beneficios de los cielos abiertos de Chile para volar a distintos destinos del país incluyendo la posibilidad de realizar cabotaje, tal como lo establece la liberalización aérea de 2012. Cabe recordar que ese año, el gobierno de Sebastián Piñera estableció otorgar la liberalización del transporte de pasaje y carga dentro del territorio nacional sin solicitar reciprocidad a la contraparte como un mecanismo para incentivar a mayor competencia aérea en Chile, aunque sin existir una estimación real del impacto en la medida.

Chile es uno de los mercados aéreos más abiertos del mundo, aspecto por el cual ha recibido el reconocimiento de la industria de la aviación. Sin embargo, es un mercado difícil por ser pequeño en comparación a otros países de la región, la presencia de fuertes competidores locales (LATAM y Sky), la excesiva centralización económica y demográfica, y un mercado dominado por las bajas tarifas con una presión a la baja del yield. Con la instauración de un modelo de negocio de bajo costo y tarifas bajas (LCC), este escenario se ha profundizado creando más barreras para nuevos operadores, especialmente emergentes o sin un tipo de negocio específico.

De hacer efectiva las intenciones de realizar vuelos domésticos en Chile, esta será la realidad con la que topará Albatros Airlines. Además, está la dificultad de sortear los desafíos que impone en volar a dos destinos atípicos como Chillán y Los Ángeles, a los cuales no se realizan vuelos comerciales, que poseen una baja densidad de población y están relativamente cerca de grandes centros urbanos como Santiago o Concepción, conectados por una adecuada buena infraestructura vial que permite rápidos desplazamientos sin la necesidad de utilizar el avión.

Tanto Chillán como Los Ángeles no reciben vuelos comerciales desde hace años, pese a que ambas ciudades cuentan con aeródromos habilitados para material B737 y uno de estos (Chillán) cuenta con un terminal remodelado. La o las razones anteriormente mencionadas, incluyendo la falta de demanda crítica anticipan una escasa viabilidad económica para cualquier operación comercial. La opción de vuelos con aeronaves de menor capacidad (30 asientos) está o debiera estar descartada, por el alto costo por asiento que estos aparatos poseen y que de implementarse, sólo beneficiarían a un número reducido de personas con alta capacidad de pago.

Considerando las características del mercado aéreo chileno, la mejor manera de asegurar la conectividad de ciudades como Chillán o Los Ángeles, es potenciar los vuelos hacia Concepción, dotando al aeropuerto de una buena infraestructura de terminal y aeronavegación para asegurar la regularidad de los vuelos, y potenciar el desarrollo de otros medios de transportes como el bus o el tren que pueden combinarse con el avión. Este mecanismo es aplicable también para otras ciudades que no reciben vuelos comerciales en Chile.

En los vuelos internacionales Caracas – Santiago, Albatros Airlines podría tener una oportunidad por la ausencia de operadores en esa ruta y las dificultades que existen para viajar desde/hacia Venezuela, por la reducción significativa de capacidad de las líneas aéreas a ese país y consiguiente alto valor de los pasajes. De operar el tramo, este debiera realizarse con el B737-500 cuya capacidad de alrededor 120 asientos puede ser “adecuada” para una demanda específica, pero no exenta de costos adicionales por la reducida cantidad de plazas del avión y la escala técnica que debe incluir el vuelo por la distancia existente entre las dos capitales. Pese a la ausencia de líneas aéreas en esa ruta, la venezolana deberá competir además con la oferta que también hacen compañías como Avianca o Copa Airlines.

El estudio de la viabilidad económica será determinante para decidir si incluyen o no a Santiago como uno de sus nuevos destinos. Respecto a los vuelos domésticos, es poco probable que estos se inicien hacia fin de año –como se ha indicado en medios de prensa chilenos- y que de implementarse, consigan sortear las barreras de mercado existentes.

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Me parece que Albatros puede crecer en otros mercados mas cercanos a Venezuela. Creo que están mal asesorados en plantearse una operación a Chile.

Muy bien explicado el escenario al que se enfrentan.

Anónimo dijo...

Muy de acuerdo con las barreras que se mencionan. Creo que es algo que explica el surgimiento y caida de tanta compañía aérea en el último tiempo.

Anónimo dijo...

Creo que Chillan si tiene potencial, solo falta informar a los eventuales pasajeros y si esto va de la mano con precios atractivos se puede generar demanda donde no la hay. hay mucha ignorancia y todavía muchos chilenos piensan que volar es caro. El hecho que este tan cerca de Concepción no lo veo como un problema, tenemos ejemplos como Valdivia, Osorno y Puerto Montt los tres funcionan estando a 100 km entre si. Ademas si van a ser región con mayor razón se justifica.

Anónimo dijo...

Leí lo que salió en los diarios y me extrañaron sus intenciones. Creo que los venezolanos están siendo mal asesorados. A lo mejor contrataron a los mismos asesores que aconsejan a Bachelet.

Anónimo dijo...

En mi opinión: raro, por decirlo de alguna manera, lo de Albatros. No hay info oficial de la aerolínea en Venezuela, partiendo por eso. Lo otro, y que se replicó con la fallida Chilean Airways: tras los anuncios en la prensa, se llenó de personas felicitando la idea, y esperando que empiecen los vuelos. ¿Creerán que los pasajes eventuales costarán 5 lucas por tramo? ¿Creerán que es para ir a pasear a otra ciudad por el día? Lamentablemente, el "inconsciente" colectivo cree eso, y cuando vean la realidad (de iniciarse las operaciones), van a reclamar por las pocas frecuencias, lo caro del pasaje, y se van a acordar del molesto ruido que hacen los aviones, y lo peligroso del aeródromo.

Anónimo dijo...

Jajajaja , en Argentina eso ya le dirían lado de dinero , no hay como explicar esa operación

Anónimo dijo...

Según leí en un medio de Chillán, las tratativas van por operar EMB en el tramo Los Ángeles - Chillán - Santiago.
Esperemos no sea una nueva aerolinea fantasma, como lo sucedido con AeroDesierto que duró nada.

Anónimo dijo...

que líneas aéreas pongan sus ojos en chile es porque las que operan en chile no han pensado en vuelos regionales que no pasen por Santiago un ejemplo Antofagasta viña del mar concepción y por que no pensar en vuelos viña mendoza lo lamentable es que falta un compromiso de las autoridades un ejemplo es viña del mar la capital turística de chile la cual no cuenta con un aeropuerto se escudan con la cercanía con la capital se habla de desentralisacion y la quinta región no tiene ni un tren a Santiago y que decir de las carreteras en temporadas de alta demanda se saturan las dos pistas de la r-68 bien que se piense en chillan y los angeles ciudades al igual que viña del mar en la década del 90 fueron cubiertas por vuelos comerciales de la desaparecida ladeco.

Anónimo dijo...

jajajaja.... infaltable el "TORQUEMADA" y "VIÑA DEL MAR".......

felipe andres dijo...

creo que se equivocan al decir que Los Ángeles tiene una baja densidad de habitantes, ésta ciudad posee más habitantes que Chillan, Valdivia y Osorno.
Espero se puedan dar estos vuelos comerciales, no es lo mismo viajar 7 horas en bus a hacerlo 1 hora en avión