domingo, 30 de junio de 2019

Air Transat acepta compra por parte de Air Canada y genera tres implicancias para su nuevo propietario

Por Ricardo J. Delpiano

Air Transat A321LR (Airbus)
Foto: Airbus
Finalmente, Air Transat ha aceptado la propuesta de compra por parte de Air Canada, por medio de la cual las dos compañías combinarán sus operaciones representando una nueva oportunidad de crecimiento a través de una consolidación. La transacción valorada en CAD$520 millones (US$387 millones) tiene implicancias en distintos niveles, desde los pasajeros que se beneficiarán con más oferta hasta el mercado en general, pasando por la propia línea aérea y su relación con los competidores.

A pesar de que Air Canada se compromete a no cambiar el nombre de Air Transat, la principal línea aérea canadiense accede a un crecimiento significativo al dominar el 60% de los vuelos entre Canadá y Europa, y el 45% en las rutas hacia el Caribe. Son estos dos mercados en los que se sentirá con fuerza la transacción, aunque todos los clientes de la red podrán acceder a una mayor oferta de vuelos y destinos. Air Transat posee alrededor del 20,0% del mercado en rutas Canadá – Europa, y 23,0% en tramos hacia el Caribe, atendiendo 60 destinos.

En el contexto descrito, la adquisición de Air Transat es un acompañamiento perfecto al desarrollo que se viene realizando Air Canada en los últimos años en su hub secundario de Montreal. Desde 2012, Air Canada ha inaugurado 35 nuevas rutas desde esa ciudad que incluyen, vuelos a Shanghái (PVG), Beijing, Tokio (HND), Tel Aviv, Casablanca, Sao Paulo (GRU) y Lima. Con la unión de las dos líneas aéreas, la mayoría de las operaciones en Montreal quedarán bajo control de Air Canada a través de sus diferentes marcas.

Otra implicancia de la compra, es el fortalecimiento de Air Canada frente a sus competidores tanto con otras aerolíneas como con distintos bloques o grupos aeronáuticos. En el primero, está la posición frente a WestJet, la segunda línea aérea de Canadá y con quien compite en muchas rutas vacacionales, además de los tramos de frontera con los Estados Unidos. En el segundo, todo lo relacionado con los acuerdos de negocio conjunto (JBA, por sus siglas en inglés) y alianzas comerciales. Si bien no necesariamente los servicios de Air Transat pueden ser incluidos en los acuerdos actualmente vigentes, si refuerzan la posición de Air Canada por el exterior a estos, lo que es bienvenido por el avance que sus competidores están teniendo a través de distintos grados de alianzas.

A nivel de industria, el aporte más interesante es el de flota, especialmente con el impacto que Air Canada sufre actualmente con la paralización del Boeing 737 MAX 8 que está obligando a la empresa a reorganizar itinerarios y adquirir material adicional. Air Transat posee un acuerdo con AerCap para incorporar 17 A320neo, incluyendo 15 A321LR hasta 2022, cuyo alcance permite suplir la función del detenido avión estadounidense. Sin embargo, los plazos no coinciden. Air Canada necesita esos aviones en forma inmediata para solucionar los inconvenientes producidos por los 24 aparatos de su flota paralizados, demanda que Airbus no puede satisfacer. 

Air Canada señala que sus B737 MAX 8 transportaban entre nueve y doce mil pasajeros por día, los que, a fecha de hoy, pueden sufrir retrasos en sus viajes y cambios en sus itinerarios debido a la crisis de esta flota que, por el momento, no tiene solución. Además, la compañía ha cancelado temporalmente algunos servicios, otros han sido traspasados a Air Canada Rouge o son operados con distintos materiales de vuelo, implicando reducción o incremento en el número de plazas o diferencias en los servicios previamente contratados.

En este escenario, Air Transat puede contribuir a brindar mejorar la actual situación operacional de su nuevo administrador, pero no brindar soluciones totales. En menor medida, la respuesta que puedan dar los fabricantes prácticamente es nula y de existir, será gradual hasta 2022 según los compromisos de entrega.

La compra de Air Transat por parte de Air Canada todavía tiene varios temas pendientes, especialmente como se dará la integración final, más allá de coordinar operaciones y horarios. Algunos de los asuntos en carpeta será la definición del producto y rol de Air Transat respecto al resto de las marcas (Air Canada y Air Canada Rouge), el ejercicio de los compromisos de flota pendientes, además de abordar temas políticos-comerciales que permiten evitar mitigaciones por parte de los organismos reguladores ante la concentración de mercado.

De acuerdo a lo señalado por ambas compañías, los términos de la transacción todavía están sujetas a aprobación gubernamental y de los propios accionistas. De no existir inconvenientes, la unión se podría concretar a comienzos de 2020. 

3 comentarios:

Jp dijo...

Ambas compañías son bastante buenas y en lo relativo a rutas a Estados Unidos y México tienen públicos y objetivos distintos. Ojalá se complementen bien y sigan brindando un excelente servicio. Air Transat me hace pensar en vacaciones perfectas

Anónimo dijo...

A mí no me hace pensar en nada, por la sencilla razón que está compañía no vuela a Chile 🤭🤭

Anónimo dijo...

Esta compra más la reorientacion comercial de Westjet (segunda linea de Canadá), deja más espacio para el ingreso de la nueva filial ULC de Indigo Partners (ya tienen lista la sociedad para empezar a operar, probablemente el 2020).